El pasado martes murió Deborah Kerr a a los 86 años de edad, la reina de la discreción, escocesa hasta la médula que no creo que pudiera caer mal a nadie y protagonista de películas de la talla de The Innocents (Jack Clayton, 1961) o Tu y yo (An affair to Remember, Leo McCarey, 1957), obras maestras que son tales gracias en gran medida a la presencia de esta mujer, definición en carne y hueso de la palabra inglesa lady. Aquí la vemos, junto al gran Cary Grant, en uno de los finales más conmovedores de la historia del cine.
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3 comentarios:
Puede ser, pero a mí la señora Kerr me ponía -o, al menos, en algunos de sus trabajos-. Componía, junto a Maureen O'hara, un duo de pelirrojas ígneas, flamígeras, incendiarias y ciertamente inolvidables. Descanse en paz... A mí sigue acompañándome, en cualquier caso, en mi sucia memoria de pajillero cinéfilo e irrecuperable...
La verdad, Deborah Kerr era una gran actriz que me encantaba ver, pero nunca llegó a ponerme (ni siquiera en "De aquí a la eternidad"). Creo que junto a Jane Wyman es una de las pocas actrices que no han tenido un papel en mis fantasias cinéfilo-onanistas; será por eso que me ha salido una necrológica tan estilo Antonio Gala.
Me encanta "Tú y yo" y me encanta ese final.
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